martes, 2 de abril de 2013

La espera.


Llevo horas aquí sentada junto a su cama y no se me ocurre nada sobre medicalización y eso que estoy en un hospital, curioso ¿verdad? A mi mente vienen mil recuerdos, esto ya lo he vivido otras veces. Me acuerdo de ella, de cómo se fue apagando quedando solo en su cuerpo el calor de mis manos con la suya. Y a mi mente llega su recuerdo, me acuerdo tanto de él. La nostalgia, el cansancio y la pena dejan paso a una idea, me ha vuelto a ayudar.

En 1972, en un asilo de ancianos de Inglaterra, se inició el uso de animales como terapia en el tratamiento de problemas emocionales, neurológicos, de discapacidad y otros. Esta práctica se fue extendiendo a otros países. En años posteriores la Cruz Roja también los usó en el tratamiento de covalescientes de guerra. Pero no fue hasta 1969, en Estados Unidos, cuando el doctor Boris Levinson quién descubrió que su perro ayudó a un niño a salir de su ensimismamiento, empezó a investigar y utilizar este tipo de terapia como tratamiento para pacientes con problemas psicológicos. Desde entonces se han hecho y se siguen haciendo muchas investigaciones sobre los beneficios del uso de los animales como perros, conejos, pájaros, borregos, caballos y otros en el tratamiento de la hiperactividad, déficit de atención, depresión, etc.

 
Mediante estos estudios se ha descubierto que la exposición a animales baja el ritmo cardíaco y la presión arterial. De forma general, las personas que tienen contacto con animales de manera cercana tienden a ser más sanas.
Una caricia, una mirada, compartir con ellos momentos hace que el cuerpo produzca endorfinas, nuestras hormonas del bienestar, y estas ayudan al sistema inmunológico a funcionar mejor, estos beneficios se pueden apreciar incluso en personas que están inconscientes en el hospital. Para poder aplicar esta terapia hace falta un terapeuta capacitado para poder detectar la raíz del problema y determinar el mejor tratamiento a seguir.
Yo fui una afortunada. Durante casi catorce años, compartí momentos únicos y grandiosos, tan sencillos como especiales, recibí su cariño de forma incondicional y aprendí a darlo. Me dio su amistad y nunca me defraudó, me regaló lo más bonito del mundo compartir su vida conmigo.
 
"LOS PERROS AMAN A SUS AMIGOS Y MUERDEN A SUS ENEMIGOS, CASI AL CONTRARIO DE LAS PERSONAS QUIENES TIENDEN A MEZCLAR AMOR Y ODIO" Sigmud Freud
Bajo de la nube y vuelvo a la realidad, sigo sentada junto a su cama, el tiempo apenas ha pasado y veo en su rostro el cansancio de los años y el duro golpe de la enfermedad. El primero te lo dediqué, este último es todo tuyo.
 
A mi yaya, a mi tita Manuela y a Koko. 
Fdo. FGM


 

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